¿Tiene que ser temático un blog? ¿O puede ser un cajón de sastre? En ésas un rato llevaba cuando, de repente, una simple constatación vino a resolver el debate: desde bien pequeño, desde mi más tierna infancia, las palabras son mis amigas. Yo las amo, ellas me aman. Y esa pasión correspondida es la que me arrebata si en la tele, en la radio, en internet o en la prensa escrita algún gañán indocumentado que se dice periodista o profesional las maltrata, ultraja o vitupera. Por eso, cuando tal sucede, y sucede cada vez más veces, me llevo el arco a la cara y, convirtiendo al susodicho en la diana de mi flecha, con fuego justiciero así le digo: “Eh, tú, bellaco, apártate de esa palabra… Suéltala ahora mismo o te mático”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario